top of page
  • Foto del escritorCoCo

LA CIUDADANÍA POR EL AIRE

La problemática de calidad del aire en nuestro Valle de Aburrá no es algo nuevo, no es algo que nos lleve afectando desde 2016, fecha en que se declaró la primera contingencia por la mala calidad del aire y que trajo restricciones y procesos institucionales, además de compromisos de sectores empresariales, como también algunos cambios de hábito en la ciudadanía. La mala calidad del aire, es algo que nos acompaña, según algunos registros, desde los años 50, 60 y 70 y hoy, más que nunca, necesitamos generar cambios.



Daniel Suárez Montoya, activista, ciudadano, comunicador digital.

Es precisamente con relación a esos cambios necesarios que algunos grupos ciudadanos hemos implementado acciones y estrategias de choque desde el activismo, las manifestaciones, las exigencias y desde luego las propuestas para encontrar cambios que nos permitan buscar un equilibrio en una ciudad que se desborda en el nivel crecimiento del parque automotor, de su población y a su vez, su desigualdad social. Todos estos componentes son aspectos que se traducen en aumentar la problemática de la mala calidad del aire, los cuales ya han evidenciado a partir de estudios, la afectación que genera a las personas, principalmente a sensibles como niños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios.


En este sentido y durante años, académicos y científicos nos han mostrado una ruta del problema, los factores que más nos afectan y las soluciones a tener, dichas soluciones son decisiones drásticas pero necesarias, las cuales aún van a paso lento y que evidencian también la importancia de los gremios económicos que no van tan en sintonía con las problemáticas evidentes y donde lo político también se ve afectado porque las decisiones no avanzan como debería. Es necesario que la ciudad piense en detener el crecimiento del parque automotor, principalmente de las motos, que haya una renovación y cambio de combustible en vehículos como camiones y volquetas y que pasemos a alternativas de energía renovables para el transporte público, si mejoramos este último, podrán las personas elegir entre un medio de transporte cómodo y colectivo, en lugar de su vehículo particular, allí es donde la ciudadanía activa y consciente ha intentado llamar la atención, por medio de las acciones simbólicas y las propuestas que vienen también acompañadas de ese conocimiento que la academia ha tenido y más que nunca debe ser tenida en cuenta.


Quizá si desde 2016 este grupo de ciudadanos y ciudadanas no hubieran hecho tanto ruido con relación a los problemas de calidad del aire, hoy no sería un tema que la ciudadanía manifiesta como una gran preocupación, donde según una encuesta, el 67% de los ciudadanos se encuentran insatisfechos por la calidad del aire.


Comparto link de articulo de El Tiempo que habla sobre las medidas a nivel nacional de calidad del aire: Estrategia de calidad del aire del gobierno nacional.



La ciudadanía activa es importante y mucho más si se trata de una problemática que sea para mejorar el bien colectivo, merecemos una ciudad donde podamos respirar tranquilos y para ello debemos ser Ciudadanos por el Aire.






Daniel Suárez Montoya

activista, ciudadano, comunicador digital

y un ser de Otraparte.

Redes sociales: @Danielsuarezvoz




155 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page