Medellín es una ciudad de heterogéneos paisajes, situaciones, historias, contextos. Las preguntas que podrían plantearse desde la experiencia personal sobre sus conflictos, avatares y luchas son diversas, pero: ¿Cómo proponer la solución a un problema de la ciudad donde se nació y creció?. ¿De qué manera recordar- pensar sus cartografías e interacciones, las calles que solo se contemplan desde la ventana por su cuarentena?. ¿Cómo concebir una propuesta que ayude a una urbe en la cual se ha vivido muchos años y se la ha interiorizado como algo que nos pertenece ?.
Gloria Posada; Poeta, antropóloga, artista y maestra plástica.Cada quien ve a Medellín desde su orilla, y así este territorio puede ser de penuria, reflexión o felicidad. Y por eso, todos somos los autores de esta ciudad, y podemos asumir una posición de condena, indiferencia o compromiso.
Para la ciudad hay proyectos gubernamentales de planeación urbana, salubridad, educación, empleo, servicios públicos, transporte, medio ambiente, comunicación, emprendimiento, artes. Para quienes interpretan la urbe desde las artes, la subsistencia como ser humano y como creador es fundamental. Por ello, el tener los recursos para vivir y para poder construir un trabajo que no obedece a intereses utilitarios, es una búsqueda incesante, cuya materialización simbólica trasciende el énfasis que hace nuestra sociedad en la rentabilidad económica.
Desde mi experiencia en esta región y en este país, uno de los problemas más graves que padecemos es el de la burocratización de las instituciones. A lo largo de varias décadas, son muy pocos los funcionarios públicos que asumen un compromiso de servicio a la comunidad, de transparencia en su trabajo, de eficiencia y rigor, de concepción de su labor en pro del bien común. Y eso tal vez, contribuye a la sensación de estar en un país a la deriva, en un territorio que ha subsistido desde su origen, a los sucesivos saqueos.
Entonces, uno se pregunta si se necesita un sentido de pertenencia, un afianzamiento en la identidad, una verdadera empatía para que Medellín y Colombia asuman un proyecto colectivo de lucha contra la pobreza, la ignorancia, la violencia y la corrupción. Por todo ello, es esencial indagar en el sentido de comunidad que hemos perdido, y del cual hacen parte la solidaridad, la conciencia de la justicia y la equidad.
Finalmente, tal vez, lo primero que deberíamos aprender a hacer, es a gobernarnos a nosotros mismos, a cumplir las leyes y normas que permiten la convivencia pacífica.
Autor: Gloria Posada
Poeta, antropóloga, artista y maestra plástica.
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