top of page
  • Foto del escritorCoCo

LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS EN LA ADAPTACIÓN DE CIUDADES


Los bienes y servicios obtenidos de la naturaleza como proveedora de recursos naturales hacia los seres humanos son conocidos como servicios ecosistémicos. La clasificación de los servicios ecosistémicos tiene amplio estudio y desarrollo desde inicios del año 1990, autores como Robert Costanza (1997), Sven Wunder (2006) y Stefano Pagiola (2008) por mencionar algunos autores, han aunado en el abanico de recursos que podemos obtener de la naturaleza. Sin embargo, dicho concepto suele emplearse con frecuencia para las zonas rurales dejando de lado que las ciudades son el principal receptor de dichos bienes y servicios incluyendo desde el aprovisionamiento de materias primas hasta la transformación de las mismas.


Alejandro Bañol, 
Ingeniero Ambiental
Especialista en Derecho del Medio Ambiente, Magister en Gobierno y Política Publica

La aplicación que tiene este tipo de noción es otorgar indirectamente, tal vez, otra aplicabilidad a la naturaleza, de cómo nos sirve y podemos sacar provecho de ella para continuar desarrollandonos como sociedad o imperar en un planeta con crecimiento poblacional exponencial y sus consecuencias para las grandes ciudades, como la pésima calidad de aire, la congestión vehícular, el crecimiento en la urbanización, la ausencia de árboles, el declive en biodiversidad urbana y la ausencia en garantizar seguridad alimenaria.


La Evaluación de Ecosistemas del Milenio (2005), la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB), y la Plataforma Intergubernamental Científico Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES por sus siglas en inglés), han aunado sobre el desarrollo conceptual y metodológico respecto a los servicios ecosistémicos. Es de resaltar, la poca antención en un país como Colombia, en lo relacionado con la provisión de alimentos a las ciudades, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de miles de ciudadanos que dependen de un sistema, de terceros y/o de transporte, para poder abastecerse de materias primas para consumo porque sencillamente, en las ciudades se produce poco o nada de alimentos.


De las abejas obtenemos subproductos como la miel o transferencia de polen por medio de la polinización, la producción de alimentos a partir de suelo orgánico y fértil, la captación del agua de páramos o acuíferos para potabilizarla, el oxígeno que respiramos proveniente de los árboles y un sin número de actividades que se interrelacionan para beneficio de nosotros, son generados en locaciones donde abundan dinámicas ambientales territoriales estables, sin aumento progresivo de contaminación y aislado del crecimiento poblacional, pero carente de necesidades básicas insatisfechas.


La ciudad Medellín no es ajena a ello, y en seguridad alimentaria, como en otras aristas de las dinámicas ambientales que tiene, contraera conflictos socioambientales en el largo plazo, por ejemplo, la ciudad solo genera el 3% de los alimentos que consume. Sin embargo, implicará un análisis profundo de ¿cómo estamos basando la planificación ambiental territorial y desarrollo de nuestras ciudades?. Esto, sin contar la disponibilidad de oferta hídrica de las zonas de donde tomamos esos recursos son las menos desarrolladas e inequitativas en la distribución económica y ambiental. Responder a: ¿cómo desarrollarnos en ciudades cada vez más aisladas del entorno ambiental?, ¿cómo fomentar la producción de alimentos en nuestras ciudades? y ¿cómo lograr una equidad ambiental entre lo urbano y rural?, serán parte de las soluciones a plantear para mejorar las condiciones del ecosistema urbano, la adaptación y vulnerabilidad de los territorios, y del rol de la ecología dentro del desarrollo.


Autor: Alejandro Bañol

Ingeniero Ambiental

Especialista en Derecho del Medio Ambiente

Magister en Gobierno y Política Publica

101 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page